jueves, 3 de junio de 2010

Cinco meses sin El Gitano.


[Foto del cortejo fúnebre el día 6/1/2010]


¿Por dónde empezar? La muerte de la figura emblemática estuvo presente durante varios días en los titulares de los diarios. Los noticieros, en cambio, manifestaron sus condolencias de diferentes formas: La pantalla de Crónica permaneció negra con las letras blancas (que tanto la caracterizan) anunciando lo sucedido; Todo Noticias pasaba reiteradas veces sus shows y conciertos; y otros canales optaron por pasar su biografía o sus películas.

El día que ocurrió todo, me dirigí a su casa. Había muchísima gente reunida allí, pero lo que más me llamó la atención fue que estaban todos en silencio: nadie decía nada. Las banderas, las flores, las cartas y tarjetas tapaban gran parte de la puerta principal y del portón. Se escuchaban algunos llantos de las "nenas", y un grupo cantaba sus canciones para tratar de pasar el mal rato.

Dos días después, el lunes 6, fue el cortejo fúnebre. Al que también decidí ir, ya que el ataud (suena feo decirlo así, ¿no?) pasaba por la casa primero. Había una enorme cantidad de gente, tanta que, la idea pricipal de aguardar un minuto de silencio, pero no fue posible y el cortejo tuve que seguir de largo para el cementerio de Burzaco. La gente se desperaba. Todos querían tocar el auto que trasladaba el cajón, el cual se convirtió en una montaña de flores de todas las variedades. No olvidemos las frases "El Gitano para siempre", "Sandro te amo", "Sandro Dios te bendiga", y derivadas. Mucha gente fue hasta Burzaco a pie para el entierro, pero yo me volví a casa y segui viendo el trayecto desde el noticiero: mientras el auto iba por Yrigoyen, la gente desesperada corría para alcanzarlo y tocarlo para darle el último adiós.

Mi madre dice que los cortejos de Hipólito Yrigoyen (ex-presidente radical, fallecido en 1928); el del Tte. Gral. Juan Domingo Perón (ex-presidente justicialista, fallecido en 1974); y Raúl Alfonsín (ex-presidente radical en la década del '80, fallecido en abril de 2009), constituyeron los más concurridos por el pueblo... y que ahora se sumaba el de Sandro.

¿Qué más puedo agregar? Ah, sí, el orgullo de que haya sido Argentino. Marcó la diferencia en el mundo de la farándula: siempre oculto y al márgen de escándalos. Cada vez que se subía a un escenario se inciaba una comunicación especial con el público, aquella que sólo unos pocos logran establecer. Dejando a todo el mundo maravillado y con ganas de seguir cantando junto al ídolo. Un tipo sencillo, nacido en Valentín Alsina, quien se dió cuenta que tenía buena voz mientras gritaba "VINERO" cuando era chico... y que una vez que ascendió al estrellato no se fue a vivir ostentosamente a la capital, sino que se vino más para el sur todavía: a Banfield. O cuando sus fans se instalaban con las carpas días antes de su cumpleaños, y él las hacía pasar una por una para firmar autógrafos y sacarse fotos.
No hay mucha gente famosa así, ¿no?

Para terminar, yo creo que alguien como Sandro quizás puede desaparecer de éste mundo, pero no puede desaparecer jamás de la memoria de sus fans y de la gente que lo quiso.

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