sábado, 23 de abril de 2011

Inteligencia Erótica.


La terapeuta y sexóloga Esther Perel convirtió su último libro Inteligencia Erótica en un best seller. En palabras de la propia Esther, nunca su popularidad creció tanto como cuando dijo que escribía sobre sexo. Parece ser que hay ciertos temas que funcionan como imanes que atraen a la gente...y el sexo es, definitivamente, uno de ellos. La historia del sexo en las parejas modernas comprometidas en general muestra una disminución del deseo e incluye una larga lista de coartadas sexuales, las cuales pretenden explicar la ineludible muerte del Eros. Se advierte que muchas parejas no tienen sexo frecuentemente, incluso cuando afirman amarse el uno al otro. Hoy en día las parejas estan demasiado ocupadas, demasiado estresadas, y para colmo, los antidepresivos indicados para aliviar el estrés causan la destrucción final. Resulta irónico que esto pase con la generación de la posguerra, que hace 40 años fue precursora de la liberación sexual. Ahora que estos hombres y mujeres, y las generaciones que les siguieron, pueden tener todo el sexo que quieran, parecen haber perdido el deseo. A pesar de que el mercado ofrezca mil y una formas para volver a remontar esa proximidad, la cuestión, segun plantea Perel, es mucho más profunda.
¿Qué se busca en un pareja? Proximidad, seguridad, estabilidad. Sin embargo, estos componentes son los que suelen interponerse en el camino de una pareja que crea que se puede mantener "vivo el fuego" para siempre.
Hay un mito muy difundido en el ámbito terapeutico en los Estados Unidos acerca de la intimidad y la sexualidad: Si descubres que sucede en el campo afectivo, puedes deducir qué sucede en el dormitorio. Si las parejas se cuidan y se alimentan emocionalmente (si entre ellos existe buena comunicción, respeto mutuo, equidad, confianza, empatía y honestidad) puedes suponer, razonablemente, que tienen un vínculo erótico vivo y en funcionamiento. En el libro Hot Monogamy, la doctora Patricia Love expresa estas ideas al escribir:
"La buena comunicación verbal es una de las claves para una buena vida sexual. Cuando las parejas comparten libremente sus pensamientos y emociones en el transcurso del día crean un alto grado de confianza y de conexión emocional entre ellos, lo cual les brinda la libertad para explorar su sexualidad más detalladamente. La intimidad genera sexualidad."
Irónicamente, lo que contribuye a la buena intimidad no siempre contribuye al buen sexo. Tal vez imaginemos lo contrario pero, según la propia Perel, una alta intimidad emocional generalmente es acompañada por un bajo deseo sexual. En lugar de contemplar al sexo como un resultado exclusivo de la relación emocional, Perel lo ve como una entidad separada. La sexualidad es más que una metáfora para la relación: tiene su propio lugar, es algo paralelo.
Existe una compleja relación entre el amor y el deseo; y no se trata de una relación causa-efecto. La vida afectiva común de una pareja y su vida física tienn, cada una, sus propios vaivenes y altibajos;y éstos no siempre coinciden. Se cruzan y tienen influencia uno sobre el otro, pero también son distintos. Ésta es una de las razones por las cuales, para disgusto de muchos, generalmente se puede recomponer una relación sin que esto tenga ningún efecto sobre el sexo. Tal vez la intimidad genere sexualidad sólo en algunas ocasiones.
(Continuará...)

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