domingo, 11 de septiembre de 2011

La misma fecha, pero en lugares distintos.

Allende, conmemorado 38 años después de su muerte.


Un día como hoy pero en 1973, el presidente socialista chileno Salvador Allende se resistía a entregar su gobierno a las Fuerzas Armadas, comandadas por Augusto Pinochet. A partir de las 7:55 de la mañana por medio de cadena nacional, Allende daba sus últimos alientos al pueblo del país vecino: “Que lo sepan, que lo oigan, que se lo graben profundamente: dejaré La Moneda cuando cumpla el mandato que el pueblo me diera, defenderé esta revolución chilena y defenderé el Gobierno porque es el mandato que el pueblo me ha entregado. No tengo otra alternativa.”.
Allende nació en 1908 en Valparaíso. Estudió medicina en la Universidad de Chile y en 1933, con 25 años de edad, participó de la fundación del Partido Socialista de Chile. Y cuatro años más tarde ocupó el puesto de subsecretario general del partido.
A lo largo de su vida política, se desempeñó en cargos de senador, presidente del Senado y, en forma paralela, se presentó como candidato presidencial en tres ocasiones, pero sólo en 1970 obtuvo la victoria electoral.
Sin embargo, en 1973 la noche se veía venir para su gobierno y, antes que entregar las armas a las FACH y rendirse, prefirió terminar él mismo con su vida en el edificio de gobierno, mejor conocido como el Palacio de La Moneda.


A diez años del atentado a las Torres Gemelas

También, en un día como hoy pero en el 2001, cuatro aviones estadounidenses pero que habían sido secuestrados por miembros de las bases terroristas de Al-Qaeda (en su traducción al castellano quiere decir “la base”) se estrellaron contra las torres gemelas del World Trade Center, ubicada en Lower Manhattan y definida como la zona del mundo financiero, además de provocar otro atentado contra el Pentágono, sede del Departamento de Defensa de EEUU, en el estado de Virginia.
Aquella mañana, que comenzó como cualquier otra para los estadounidenses, las torres gemelas se derrumbaron y, junto con ellas, 3 mil personas perdieron la vida.
El lugar vacío que dejaron, en pleno corazón de Manhattan, ahora se llama Zona Cero (Ground Zero, en inglés), frase comúnmente usada para describir el agujero que queda luego de la explosión de una bomba, y hoy por hoy es un monumento en conmemoración de todas las víctimas del atentado, incluidos el personal de bomberos y las fuerzas de seguridad que murieron en acto de servicio.


M.P.

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